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El lifting facial, también conocido como ritidectomía, es una cirugía estética que se realiza para rejuvenecer la apariencia del rostro y el cuello mediante la eliminación del exceso de piel, la reubicación de los músculos y la eliminación o redistribución de la grasa.
En qué consiste
El lifting facial, también conocido como ritidectomía, es una cirugía estética que se realiza para rejuvenecer la apariencia del rostro y el cuello mediante la eliminación del exceso de piel, la reubicación de los músculos y la eliminación o redistribución de la grasa. Este procedimiento tensa la piel y los tejidos subyacentes, reduce las arrugas y mejora los contornos faciales, proporcionando una apariencia más joven y revitalizada. El lifting facial puede abordar áreas específicas, como la frente, las mejillas, la mandíbula y el cuello, o ser un lifting completo que abarca todo el rostro.
Cuándo es necesario
El lifting facial está indicado para personas que presentan:
• Pérdida de tono muscular y piel flácida en el rostro y el cuello.
• Arrugas profundas y pliegues en la zona de las mejillas, la mandíbula y el cuello.
• Pérdida de volumen facial y definición de los contornos faciales.
• Deseo de rejuvenecer la apariencia facial y reducir los signos visibles de envejecimiento.
Este procedimiento es adecuado tanto para hombres como para mujeres que buscan una solución duradera para mejorar la apariencia y la estructura del rostro y el cuello.
Qué beneficios tiene
El lifting facial ofrece varios beneficios significativos, incluyendo:
• Mejora de la apariencia estética del rostro y el cuello, proporcionando una apariencia más joven y revitalizada.
• Reducción de arrugas profundas y pliegues, mejorando la suavidad y la firmeza de la piel.
• Restauración de la definición de los contornos faciales, como la mandíbula y las mejillas.
• Aumento de la confianza y la autoestima del paciente al lograr una apariencia facial deseada.
• Resultados duraderos y permanentes que pueden mantenerse durante muchos años con el cuidado adecuado.
Cuánto tarda el proceso de recuperación
El proceso de recuperación tras un lifting facial varía según la extensión del procedimiento y la respuesta individual del paciente. Generalmente, la recuperación inicial toma de 2 a 3 semanas. Durante los primeros días, es común experimentar hinchazón, moretones y molestias en la zona facial, que pueden ser manejados con medicación prescrita por el cirujano. Se recomienda mantener la cabeza elevada, evitar actividades extenuantes y seguir las indicaciones del cirujano para cuidar las incisiones. La mayoría de los pacientes pueden regresar a sus actividades normales dentro de 2 a 3 semanas, aunque la hinchazón residual y las cicatrices pueden tardar varios meses en desaparecer completamente. Los resultados finales suelen ser visibles después de unos pocos meses, una vez que la hinchazón se ha reducido completamente y los tejidos se han asentado.
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